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La cultura también va al baño

Los sanitarios acostumbran estar lejos de la vista y no suelen captar nuestra atención, a menos que no funcionen como corresponde. Sin embargo, estos espacios infravalorados llevan la carga simbólica de todos los prejuicios y de todos los sesgos que atañen a la inclusión y la diversidad en la oficina (puede resultar sorprendente lo que el diseño de los sanitarios es capaz de revelar sobre la cultura de la empresa). Pero actualmente, la forma en que se proyectan los baños está recibiendo mucha más atención gracias a una mayor visibilidad de los temas relacionados con las desigualdades y la identidad de género.

Lo curioso es que el debate sobre los sanitarios comenzó hace muchos años y casi por los mismos motivos que hoy: para reivindicar derechos. Fue a fines del siglo XIX que se comenzó a extender el uso de los baños públicos segregados por sexo. En ese momento, esto se consideró una medida progresista ya que las mujeres recién estaban comenzando a participar de las actividades sociales, culturales y laborales y, a menudo, enfrentaban discriminación debido a la falta de disponibilidad de baños en los espacios públicos y el lugar de trabajo[1].

Y aunque los sanitarios separados por sexo fueron creados para prevenir la discriminación por motivos de género, hoy son cada vez más cuestionados por la comunidad LGBTQ+, ya que no reconocen la naturaleza no binaria del género y crean dificultades para los miembros de la comunidad transgénero. Los baños inclusivos de género neutro parecen adaptarse mejor a la realidad sociocultural del siglo XXI.

Pero este no es el único grupo interesado en el tema. El acceso inclusivo a los baños también beneficia a una gran variedad de personas y situaciones: padres con hijos de un sexo diferente, personas con necesidades médicas especiales, personas discapacitadas que tienen un asistente de otro género y, en general, personas con problemas o necesidades relacionadas con la privacidad.

La posibilidad de acceder a un baño de forma segura y sin restricciones es indispensable para cualquier actividad; limitar esta opción puede afectar la capacidad de algunas personas para trabajar normalmente. Es por esto que las organizaciones que alientan una cultura de inclusión y diversidad deberían considerar el acceso inclusivo a los baños a fin de reflejar las necesidades de todos los trabajadores, sin excepción. La falta de acceso a baños adecuados en la oficina puede tener consecuencias importantes para algunas personas[2]:

  • Incapacidad para salir de casa restringiendo el acceso al trabajo. La falta de acceso a baños adecuados afecta la capacidad fundamental de las personas para vivir de forma autónoma.
  • Restricción de las funciones corporales durante largos períodos de tiempo (incluida la reducción de comida y bebida) para evitar ir al baño, lo cual puede tener graves consecuencias para la salud.
  • Sentirse socialmente no reconocido, indigno y desaprobado si los baños no cumplen con los requisitos o no reconocen la propia

Una opción para cada necesidad

Hoy por hoy, la solución más aceptada es la provisión de baños que no están separados por género y son de acceso universal. Esto quiere decir que admiten el ingreso de todas las personas con todo tipo de necesidades, por lo que deben estar ubicados en áreas de alta circulación para permitir su accesibilidad.

Pero, cuando hablamos de baños universales e inclusivos no nos referimos a un tipo de espacio único y genérico sino a una variedad de opciones diferentes que cada organización deberá definir en función de los requerimientos de su fuerza laboral:

Soluciones para un solo usuario. Se trata de espacios individuales que ofrecen privacidad y son los más adecuados para entornos de trabajo pequeños. Constan de un inodoro y un lavabo cerrados y deben estar designados con la señalización adecuada.

Soluciones de puestos múltiples. Combinan espacios privados de múltiples compartimientos individuales con inodoro junto con un área de lavabos común para todos los usuarios; son las más adecuadas para entornos de trabajo con alto tráfico. Dado que requieren mayor privacidad que los baños separados por género, tanto las paredes que separan cada compartimento como las puertas de acceso al cubículo deberán ser acústicas y de altura completa para asegurar la privacidad junto con un indicador de ocupación en ambos lados de la puerta. Pueden requerir iluminación y ventilación adicionales.

Soluciones híbridas. Consisten en brindar espacios de ocupación única y/o múltiple junto con baños separados por género, ya sea dentro del mismo núcleo sanitario o en las proximidades. En este caso la señalización es muy importante y debe comunicarse claramente.

La ubicación también reviste gran importancia ya que se ha visto que si un baño inclusivo de puestos múltiples o individual es más accesible que uno separado por género, las personas preferirán usar el primero en mayor medida. Sin embargo, si ambas opciones estuvieran ubicadas a la misma distancia, los usuarios se sentirán más inclinados a usar el baño segregado por género.

La idea es que la gente utilice progresivamente las instalaciones inclusivas con más frecuencia a fin de acelerar el camino hacia el cambio social y cultural de los trabajadores[3]. Sin embargo, algunas personas pueden sentirse incómodas utilizando un sanitario de género neutral en virtud de sus valores morales o religiosos. En tal caso, también habrá que considerar esta sensibilidad particular en el uso de los sanitarios, sin favorecer una concepción de lo que es correcto sobre otra.

Demás está decir que, independientemente de la solución de diseño adoptada, todas estas alternativas deberán contar con puertas automáticas y espacio suficiente para acomodar dispositivos para personas con movilidad reducida, lavabos, secadores de manos y toallas de papel accesibles, asideros y mesas de cambiado.

La señalización también es fundamental a la hora de informar el uso inclusivo del baño. Para eso se recomienda evitar los tradicionales iconos de discapacidad, de hombre/mujer o alguna combinación de ambos. El objetivo es soslayar las etiquetas para indicar el tipo de persona que puede utilizar el sanitario y, en su lugar, mostrar el tipo de servicio que ofrece el espacio junto con la indicación de que está disponible para todos.

Finalmente, cuanta más variedad se pueda ofrecer, más inclusivo será el espacio de trabajo. La combinación de sanitarios de diferentes características y tamaños brinda a las personas más opciones para encontrar el espacio que les resulte más cómodo.

Por qué importan los baños inclusivos

Las organizaciones comprometidas con la construcción de una cultura diversa e inclusiva deben estar a la vanguardia del cambio. La adopción del diseño de baños inclusivos de acceso universal debe verse como una oportunidad para materializar y darle mayor realidad a esta cultura, brindando mejores experiencias para todos. Este compromiso con la pluralidad no solo es socialmente responsable sino que aporta gran cantidad de ventajas:

→ Valida la dignidad y los derechos de todas las personas que los utilizan.

→ Evita problemas de salud. Las restricciones para el acceso a los baños puede hacer que algunos empleados eviten usarlos mientras están en el trabajo, lo que puede provocar lesiones o enfermedades físicas potencialmente graves.

→ Ayuda a comunicar los valores de la cultura corporativa.

→ Ayuda a atraer y retener a los jóvenes talentos. La mayor parte de los empleados que pertenecen a las nuevas generaciones creen que los baños de género neutro deberían ser la norma. Una encuesta reciente reveló que más del 86 por ciento de los candidatos de esta franja etaria afirman que la diversidad en el lugar de trabajo es un factor importante en su decisión de aceptar un nuevo empleo[4].

→ Mejora el compromiso y la lealtad de los empleados. Cuando las personas se sienten valoradas por lo que son y por lo que pueden dar, aumenta el sentido de pertenencia y el compromiso.

→ Mejora la reputación de la compañía. En una época en la que se le da una gran importancia a la cultura organizacional, ser reconocida como una empresa inclusiva y socialmente responsable aumenta la reputación interna y externa[5].

 

[1]       NEUMUELLER, H. et al. (2020): “Inclusive Restroom Design Guide”. Cuningham Group.

[2]       SLATER, J. & JONES, C. (2018): “A research project report about what makes a safe and accessible toilet space”.

[3]       BOVENS, L. & MARCOCI, A. (2020): “The gender-neutral bathroom: a new frame and some nudges”.

[4]       www.ziprecruiter.com

[5]       LOBELL, K.O. (2019): “The Benefits of Offering Gender Neutral Bathrooms in the Workplace”.

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