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¿Se puede medir el bienestar?

Comprender mejor la relación entre la oficina, la gente y el rendimiento financiero puede impulsar mejoras en el espacio de trabajo.

Desde los experimentos que Elton Mayo llevó a cabo en Hawthorne en la década del 20, sucesivas investigaciones han demostrado la importancia del entorno físico como uno de los principales factores que determinan el bienestar de las personas. Su gran influencia sobre la salud y las necesidades emocionales y psicológicas de los ocupantes es innegable.

Y, dado que los costos de personal suelen representar aproximadamente el 90% de los gastos operativos de una empresa, se comprende que el bienestar –y, por ende, la productividad de los trabajadores– ocupe el centro de las preocupaciones de las organizaciones. Incluso pequeñas mejoras en las condiciones de trabajo pueden tener una repercusión financiera significativa.

El diseño del espacio de trabajo es una herramienta poderosa para alcanzar estos objetivos. Para ello, las empresas deben establecer criterios de calidad ambiental que incluyan las condiciones del aire interior, la acústica, la biofilia, la iluminación, el confort térmico, etc.

Para evaluar el impacto que tienen las iniciativas de bienestar sobre los resultados de las empresas, estas suelen considerar los retornos de la inversión (ROI) derivados del ahorro en los costos de la atención médica y la reducción del ausentismo del personal. Sin embargo, no siempre se trata de ahorrar dinero; es la ecuación de valor, más que el ahorro de costos, lo que debe impulsar estas iniciativas. Las empresas comprometidas con una cultura del bienestar consideran objetivos más amplios: menor tasa de rotación, atracción de los mejores candidatos, mayor satisfacción laboral, mejor calidad de vida de los trabajadores, etc., resultados que no están representados en los análisis de ROI.

Es por esto que en los últimos años ha surgido la necesidad de incorporar otros indicadores; la evaluación y el análisis de las métricas son imprescindibles para valorar los resultados obtenidos y así poder gestionarlos. Y para lograrlo resulta fundamental contar con las herramientas adecuadas.

Pero, ¿se pueden medir realmente los beneficios que reporta mejorar las condiciones de bienestar en el lugar de trabajo?

¿VOI o ROI?

Existen dos métodos para evaluar las iniciativas de bienestar en el lugar de trabajo: el ROI (retorno de la inversión) y el VOI (valor de la inversión).

El ROI es una métrica que se utiliza para describir la ganancia de la empresa en términos monetarios en comparación con lo invertido en un área en particular. Es un resultado medible que se relaciona directamente con la inversión original. Cuando se trata de bienestar, el ROI suele calcular el rendimiento financiero derivado de la reducción de los costos en atención médica y ausencias por enfermedad.

El VOI, por su parte, también incluye el rendimiento financiero pero, además, valora los beneficios más abstractos que se recibió de esa inversión, es decir, toda la gama de resultados que podrían agregar valor.

Estas métricas no son tan tangibles ni tan fáciles de medir como el ROI. No obstante, aunque no produce un resultado monetizable como el ROI, muchas empresas han comenzado a utilizar el VOI para evaluar las iniciativas de bienestar. Con este método se pueden abarcar los beneficios más intangibles del bienestar de los empleados junto con el ahorro en los costos de atención médica y ausentismo.

Objetivos Tipos de datos Método
utilizado
·      Reducir los costos de atención médica.

·      Reducir la cantidad de días de ausentismo por enfermedad.

·      Reducir los reclamos por enfermedad o discapacidad.

·      Reducir los riesgos para la salud.

Son más fáciles de evaluar directamente.

La mayoría de las empresas tienen estos datos.
Estas métricas se pueden monetizar.

Los datos son cuantitativos.

ROI

VOI

·      Mejorar la productividad.

·      Mejorar la satisfacción laboral.

·      Aumentar el compromiso de los empleados.

·      Atraer o retener empleados talentosos.

·      Mejorar la camaradería y la eficacia del equipo.

·      Fomentar la diversión en el trabajo.

Estos resultados son más difíciles de medir.
Se requieren esfuerzos y gastos especiales para obtenerlos.
Se consideran medidas más “blandas” porque a menudo son autoinformadas.Estas medidas no se pueden monetizar.

Los datos son cualitativos.

VOI

 

Entonces, ¿qué método de evaluación es mejor para analizar las propuestas de bienestar? Para ello es preciso determinar cuáles son los objetivos prioritarios de la empresa. Esto indicará si las iniciativas que se están implementando tienen un enfoque más centrado en las personas o en los resultados. Obviamente, el VOI puede ser más inclusivo aunque es un poco más difícil de medir. La cultura de bienestar de la empresa será la que, finalmente, oriente la elección del método de evaluación.

No obstante, el ROI y el VOI en conjunto brindan un panorama más completo de los resultados derivados de los esfuerzos para mejorar el bienestar de los empleados.

Las métricas del bienestar

Existen varios factores (tanto sociales como ambientales) que afectan el desempeño de los trabajadores y que están directa o indirectamente relacionados con una mayor productividad.

Las métricas más útiles brindan información sobre las dimensiones más importantes y estratégicas para el desempeño de la organización. De acuerdo con un reporte del WGBC[1], estos son los indicadores clave que permiten evaluar los resultados financieros, las percepciones de la gente y las características físicas de la propia oficina.

Resultados financieros

Las métricas financieras están relacionadas con la medición de indicadores objetivos de salud, bienestar y productividad.

  • Ausentismo: número de días (u horas) de ausencia por enfermedad al año.
  • Rotación/retención: porcentaje de empleados regulares a tiempo completo que dejan el empleo en un año determinado.
  • Desglose de ingresos: ingresos por división, departamento, edificio, etc., por empleado.
  • Gastos médicos: gastos asociados con la asistencia médica anual a los empleados.
  • Quejas médicas: quejas médicas relacionadas con el entorno de trabajo o la actividad laboral.
  • Quejas físicas: número y tipo de quejas sobre malestar físico asociado con el ambiente de trabajo (por ejemplo, temperatura, brillo, ruido, etc.).

Percepción de las personas

La percepción que tienen las personas sobre su lugar de trabajo puede ser más difícil de cuantificar que los resultados financieros de la compañía.

Las encuestas de autopercepción son una herramienta muy útil para establecer el vínculo entre el entorno físico y los resultados de salud, bienestar y productividad en el lugar de trabajo. Comprender las preferencias de los trabajadores a través de sus respuestas puede encerrar una gran cantidad de información útil para incorporar en el diseño de la oficina y mejorar su desempeño.

Características físicas de la oficina

Para verificar de qué manera el diseño y el funcionamiento de la oficina afectan la salud, el bienestar, la satisfacción y la productividad de los trabajadores, es necesario recopilar información sobre el propio entorno físico. Varios de estos datos incluyen algunas variables susceptibles de ser medidas directamente mientras que otras serán mejor evaluadas por los propios trabajadores:

  • Nivel de contaminantes, CO2, tasa de ventilación, velocidad del aire, temperatura del aire interior, humedad relativa, niveles de iluminación, ruido, etc. Pueden ser medidas directamente.
  • Evaluación del confort visual, la privacidad, el control personal del entorno, la densidad de la oficina, la ergonomía, las conexiones con la naturaleza, las vistas al exterior, la inclusividad de género y edad, etc. Deben ser evaluadas por los trabajadores.

Gran parte de los datos necesarios para la evaluación ya existen en la mayor parte de las organizaciones. Los Facility Managers, por ejemplo, recogen una gran cantidad de información sobre el comportamiento físico del edificio e, incluso, sobre las quejas relacionadas con él. Del mismo modo, el área de RRHH ya está en posesión de los datos sobre el rendimiento de los trabajadores (ausentismo, costos médicos, retención, etc.) y, por supuesto, el CFO será muy consciente de los ingresos y los indicadores financieros relacionados.

Este tipo de análisis apunta a una mejor comprensión de la relación entre la oficina, la gente y el rendimiento financiero para impulsar mejoras en el espacio de trabajo.

 

[1]       WORLD GREEN BUILDING COUNCIL (2014): “Health, Wellbeing and Productivity in Offices: The Next Chapter for Green Building”.

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